Sumida en medio de mis propios pensamientos alcancé a susurrar unas palabras. No sé ni cómo se me ocurrió eso ni cómo me atreví a decirlo tan descaradamente. Fue algo totalmente inconsciente pero me salió del alma de forma espontánea y muy natural. Dije sin apenas titubear: “quiero hacerme la dormida y que tú juegues con mi ropa y con las caricias, pero nervioso, con miedo a que me despierte”. Rafa me miró sin inmutarse, como si no le sorprendiese dicha respuesta y me echó una mirada como confirmando que me entendía perfectamente, que sabía exactamente lo que le estaba pidiendo y que sabría dármelo.
No me cabe la menor duda que las dos experiencias de hacerme la dormida con Edu habían calado muy hondo en mi subconsciente y era algo que no conseguía quitarme de la cabeza. Que demostrase tanta sinceridad respecto a este tema tan vergonzante me desconcertó a mi misma pero, muy dentro de mí, sabía que anhelaba volver a repetir esa experiencia aunque fuese con un sustituto, aunque no fuese con Edu. En cierta manera, Rafa también me gustaba mucho y llevaba tres semanas captando mi atención y mi interés de forma alarmante, por lo que supongo que mi subconsciente dijo esa frase intencionadamente. Se abría ante mí una noche memorable que iba a cambiar mucho mi vida desde entonces.
Con una mezcla de ternura y seguridad en sí mismo Rafa me cogió de la mano y me llevó hasta la cama. La música de jazz seguía sonando y el ambiente era ciertamente romántico. Me dijo casi susurrando: “échate en la cama y hazte la dormida, prometo esmerarme y hacerte sentir bien”. Debo reconocer que en ese momento dudé, fueron unos segundos de indecisión. Por una parte quería, pero por otra no dejaba de ser solo una chica de 16 años que iba a llevar a cabo una fantasía muy peculiar con un chico mayor que ella. Esos segundos de indecisión me pusieron más nerviosa a mí que a Rafa, el cual parecía tranquilo y seguro. Finalmente, no queriendo comerme más la cabeza, me eché vestida encima de la cama y me hice la dormida.
INDICE DE CAPÍTULOS | << CAPÍTULO 31 | CAPÍTULO 33 >> |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tu comentario sobre este relato